domingo, 22 de enero de 2012

XXVII

Muchas charlas, personas y palabras acumuladas en un bloc de notas virtual dieron vida a este texto... eternamente amalgamados sin siquiera saberlo.


Eternal beginning of forever and (n)ever


¿Y en qué lugar habrá consuelo para mi locura?
¿Ésta ironía con qué se cura?
Si el final es en donde partí.
Gustavo Nápoli


Y hoy también… me posiciono entre esos pocos pasos que separan un hola de un adiós. Hablo y de verdad creo hablar, creo que me hablan. ¿A quién busco para desafiar las cuerdas de mi mente? Tan sólo para parecerse a las que nunca llegaron a estar. Así es como voy pariendo esos hermosos y sulfatados secretos que todos tenemos, desangrándome en caracteres. Lo que queda de mi persona dulce y verborrágica hoy se oculta en mis desoladas neuronas. Esas alas de cera que me dio la debilidad me hacen volar a la nada, me hacen ir a lo imposible sin siquiera saber qué quiero. Y la realidad, esa realidad tan irreal, me hace dar cuenta que la virtualidad sólo edifica imposibles, de que no hay una persona enfrente mío que sea parecida u opuesta, no hay nada: busco ojos pero encuentro laberintos, busco palabras pero encuentro distorsiones. Y así regreso al inicio, comienzo a jugar otra vez. Me lavo la cara cansada y mi reflejo me susurra: “Los círculos no se rompen solos”.

Nicolino
15/10/10