miércoles, 3 de abril de 2013

XLII



Concatenaciones

Máscara de luna
esa puerta no debiste abrir,
pero ya abierta es tan real
Charly Garcia - Bubulina

I.                    Hermanos

La sangre misma se junta y diferencia en un solo acto. Dos puntos distantes, gemelos sufriéndose, amamantándose de la misma desolación enigmática. Cada vez más cerca de la verdadera lejanía. El uno cerco, tapias podridas que simulan prisión de oro. El otro cielo techado, soles abortados que iluminan un falso ídolo. Adictos a ese inagotable juego de damas, curiosas trayectorias del motorpsico cotidiano. ¿Quiénes fueron y quienes serán? Ellos son…


II.                  Objetivo

Un óxido liberador te corroe
Quemás tu falsa paz, mi querido extraño
Recuerdos-paredes asfixiantes, demandantes
El sarro mental quiebra tu armadurita dorada

Alejado de quien más te entendería
El doble filo de las soledades paralelas
Un vals de 15 años, tu niña perdida
Estar solo sin morir en cada noche

Un objetivo que justifique tu soledad

III.                Piedra agridulce

Tu fin más sufrido transmutado en el alfa más curioso. Debilidades ajenas (¿y propias?) vencidas, fuiste provocado desde el abismo más oscuro, deseado detrás del vidrio doliente. La superación y los nuevos fantasmas. Recuperaste tu piel, probaste del cáliz rosado. Seguís buscando tu voltaje correcto, nivelando tus ansiedades, cayendo y volando en el mismo segundo. Rayo de sol, ¿qué cambió en vos realmente? Creás tantos astros de calor pero sin nunca poder satisfacerte.
Derrumbaste pedestales y ahora el temor a los escombros te desarma. Una piedrita boicotea tus pasos. Sincronizadamente barreras y miradas, bocanadas en ese perfecto enfado de siempre. Un sin tiempo agridulce de futuros esquineros (tan prometedores) y viejos miedos, tu yo que quiere ser y esa eterna búsqueda en la periferia de los ojos más finos.


IV.                Casilleros del nuevo juego

A partir de ahora los caminos realmente se bifurcarán. Sus búsquedas de siempre cobrarán otro sabor. Los pedidos, las exigencias, los logros serán transmutados en nuevos espacios. Una coincidencia dentro de varios años, un repensar del futuro. El día que se vuelvan a cruzar, los dos iguales ajenos sabrán reconocerse… más hermanos que nunca.


Nicolino
02/04/13