sábado, 29 de mayo de 2010

VIII

Uno de mis preferidos. El abismo posee dos focos, dos situaciones fusionadas por así decirlo. Una mirada al mundo y también sobre uno mismo. ¿El exterior modifica el interior?

El abismo
 
No puedo culpar, culparme
No sé que trato de solucionar
Me tiro a pensar como evadirme
Busco senderos clausurados

Siempre me vencen sueños
Que vivo con los ojos cerrados
Exploro ruinas de un pasado reciente
Interno mis sentidos en una grata oscuridad

Un llamado, una alarma, un gemido
El abismo de mi interior, el centro
Me ubico en el borde de mi vida
Mirar hacia abajo, contagiarse de olvido

Veo otra gente conmigo
Rostros desconocidos
Labios sellados y manos mudas
Ojos inyectados de tristeza

No está quien debía estar
Una promesa rota más del montón
Haber hablado, haber intentado
Compartir falsamente el dolor

Notas de música
Melodía prohibida
Una voz que sonaba tan dulce y falsa
Mi esperanza corrompiendo mi razón

No quiero al abismo
Ni él a mí
Hay que seguir andando y entendiendo
Buscar una razón para morir

El sol quema mi oscurecida paz
Moviliza mis pasiones
Retuerce la tranquilidad de la soledad
Me expongo sin notar quienes me rodean

No hay diferencia entre abismo y realidad
Esas personas me miran, me ruegan
No puedo (¿no quiero?) escuchar sus lamentos
Las palabras murieron hace mucho tiempo

En medio de mi alma, el abismo
En medio de los dos, el abismo
En medio de la avenida, el abismo
En medio del mundo, el abismo

Apretones de manos mudas
Besos de labios sellados
Miradas de ojos tristes que corrompen la razón
¿Qué seríamos sin el abismo?

Nicolino
28/01/10

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