sábado, 22 de mayo de 2010

VII

Inmediatamente a Ojos negros escribí el texto que ahora presento. Basandome en una mujer que podría caracterizar de prohibida. Salvaguardando su anonimato, esta situación de encrucijada continua. El texto tiene un tinte pasional que no sospechaba que pudiera escribir, se verán más adelante algunos de características similares.

La musa que no debió ser

Una isla recorro sin pensar
Una figura me invita a callar
Siento el placer que hay en su sonrisa
Siento el miedo que hay en su olvido

Mirada que no mira en mi dirección
Pasos que no recorren mi camino
Mente que vuela por otras nubes
Inalcanzable diosa de inframundo

En momentos pierdo la conciencia
Olvido la moral que me encierra
Sueño con romper esos falsos lazos
Robarle la atención eternamente

Los días hacen dudar
Ahogándome en mi moral
Las noches hacen desear
Ahogándome en mi soledad

Nuestras palabras se cruzan
Choqué y fusión, pasión
La distancia es un narcótico
La cercanía es una fantasía

Quizás no es lo que es
Ideas que traicionan
Quizás pienso de más
Por una sonrisa que miente

Sin poder lograr evitarla
Cambio mi ubicación para observar
Recorro esa isla de otra forma
Pero mis deseos de eternidad asfixian igual… 
Nicolino
25/01/10

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