martes, 24 de abril de 2012

XXIX


Dedicado al Sindicato de Maquinadores y, en especial, a mi gran amigo. Un supuesto punto arquimédico de una madrugada me hizo pensar sobre pensar... la maquinación humana es compleja, siniestra y hasta podría decir hermosa.


Engranajes

¿Quién mueve estos hilos? Todo a partir de esos hechos (¿macabros?) que se repiten hasta el hartazgo, sin poder controlar la bronca que brota al caer en el mismo error. Tal vez una palabra, una sílaba, un silencio... lo que sea. ¿Qué viene después? Será cuestión de inventar algo (una mentira asquerosa) para calmar lo que no se puede calmar, ese inevitable tan conocido. Y al final llegarán, las revoluciones por minuto, por segundo, por centésima... tantas posibilidades (una peor que la otra), tantos finales tristes; una mente consumida por un temor (in)justificado.
Todo esto en un abrir y cerrar de ojos, fábrica de errores futuros, siempre atenta, lista y dispuesta a lo que sea para hacerme perder la calma. La poca calma que cuesta tanto juntar para sentirse seguro, sentirse bien, condición-meta-situación-deseo que siempre será víctima de nuestros benditos engranajes…

Nicolino
11/02/11

No hay comentarios:

Publicar un comentario