Pizarra
Varias
simulaciones, incompletas, ensalzan tus noches mientras los dados en tu mano
izquierda exigen estrellarse contra la puerta. La apuesta quimérica y la
garantía ausente, tus dos grandes debilidades. Pero sabés que no hay fórmulas,
sólo chances incoherentes, impredecibles, caprichos de tu capricho. Si lo
realmente importante es inesperado ¿para qué pensar en las cosas de siempre? Tu
pizarra oscura de madrugada quiere descanso.
Nicolino
30/07/13
30/07/13
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