viernes, 5 de junio de 2015

XLIX



Risa del origen

            Imaginate un punto de atracción difícil de rastrear pero que sospechás dónde puede llegar a estar. La idea sería explorarlo, caracterizarlo y sistematizar sus posibles alcances anímicos. Sin embargo, se suele perder en aguas infinitas que se dividen de a ratos, arbitrariamente diseños o esquemas que secuestran toda mi atención enmudeciendo mis engranajes mentales. Por momentos baja y recorre mesetas imperfectas custodiadas por dos soles intermitentes hasta llegar a lo más peligroso de estas aventuras perceptivas. Me refiero a una trampa (y realmente lo es, sin lugar a dudas) en la que todo termina y comienza indefectiblemente. Ahí se generan y proyectan todo tipo de mundos, invocaciones varias de dulzura y rechazo que mis ojos buscan y escapan al atravesar de forma incoherente tu constelación luminosa.

Nicolino
26/04/15

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