domingo, 12 de septiembre de 2010

XIX

Llevar un recuerdo a su máxima idealización, vivirlo a través de la muerte.
Última luna
Te pido sí o sí que no hables más de vos,
yo siempre hablo de mí.
Y acá me ves, en mi pedestal de pus y grasas.
El cuerpo es un momento.

Ariel Minimal
En este ojo del huracán, en este mar turbio cristalizado, en estos segundos que falsean lo eterno, en este cataclismo de subjetividad, en esta piel que oculta el pasado, en estos ojos que lloran el futuro, en estos labios autocensurados, en estas manos que sólo alejan, en esta mente troquelada de un todo, en esta mirada catártica y penosa, en este filo tan frio… mis lagrimas agridulces tocan tu frente, arrasan tu piel y llegan hasta tu rencor a punto de explotar. Este lenguaje prohibido y deseado que la noche invernal atestigua. Silenciosa luna que irrumpe los sentidos y contamina estos segundos de desolvido. Hay algo que prefiero dejar, hay una mochila que prefiero perder, hay una prisión de la que prefiero escapar, hay un recuerdo que prefiero vivir. Abandono mis limitaciones, escalo tu piel dejando la mía atrás. Consagro mi existencia en esta lejanía y descubro sin confiar en que ahora estoy con vos, con lo único que tenía de vos. Mi cuerpo fue sólo un momento, unos segundos que falsearon lo eterno.
Nicolino
18/04/10

1 comentario:

  1. Gracias por el comentario Nicolino. Leí solo algunos de sus escritos, pero éste en particular me gustó mucho. Muy buen blog. Saludos!

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